14 de diciembre de 2012
Viernes de la Segunda Semana de
Adviento
Lecturas:
Isaías 48,
17-19 / Salmo 1, 1-4. 6 ¡El que
te sigue, Señor, tendrá la luz de la Vida!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 16-19
Jesús dijo a la multitud:
«¿Con quién puedo comparar a esta generación?
Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:
"¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres,
y no lloraron!"
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y
ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!" Llegó el Hijo del hombre, que
come y bebe, y dicen: "Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y
pecadores." Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Reconozcámoslo. Cuando no queremos hacer
algo, aunque nuestra inteligencia y nuestra conciencia nos digan que debiésemos
hacerlo, siempre encontraremos buenas excusas para evitarlo.
A un pueblo tan profundamente imbuido
por su fe, como lo era el judío; y en un tiempo en que se sentía ambientalmente
que estaba cerca el cumplimiento de la gran promesa que venían esperando desde
los primeros momentos de su historia: la era mesiánica. Bajo esas coordenadas tan
favorables, se presentan dos grandes personajes, cada uno con sus
características propias, pero ambos hombres de Dios y portadores de la Buena
Noticia.
Sin embargo, ambos igualmente
rechazados.
¿Y tú? ¿y yo? ¿y nosotros? El Domingo
reciente se nos ha llamado fuertemente a la conversión. ¿Nos hemos convertido?
¿Cuáles han sido las excusas?
El Señor se lamenta: «¡Si tú hubieras atendido a mis
mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu justicia, como las olas del
mar!» (1L) «Porque el Señor cuida
el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal» (Sal).
Derrite nuestra coraza, Señor. Que
sepamos convertirnos a tu Reino de justicia, dando frutos de amor y
solidaridad, para que, así, la sabiduría del evangelio sea justificada por las
obras de tus discípulos. Así sea.
Buscando
convertirnos a la Paz, el Amor y la Alegría del Reino,
Miguel.
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