13 de diciembre de 2012
Jueves de la Segunda Semana de
Adviento
Lecturas:
Isaías 41,
13-20 / Salmo 144, 1. 9-13 El
Señor es compasivo y misericordioso.
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 11, 11-15
Jesús dijo a la multitud:
«Les aseguro que no ha nacido ningún hombre
más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de
los Cielos es más grande que él.
Desde la época de Juan el Bautista hasta
ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos
intentan arrebatarlo. Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han
profetizado hasta Juan. Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que
debe volver.
¡El que tenga oídos, que oiga!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
En aquel tiempo se creía que antes de la
llegada del ungido de Dios tan esperado, volvería el más grande profeta de su
pueblo, Elías. Jesús lo identifica con el Bautista, con lo que les dice: “no
esperen más”.
Nosotros que también estamos en espera,
debiésemos sentir lo mismo: las señales indican que el Señor está viniendo ya.
«Yo, el Señor, soy tu Dios, el que te sostengo de la mano derecha y te digo: “No
temas, yo vengo en tu ayuda”» (1L). Ser cristiano debiese afinar la capacidad
visual, para poder captar cómo, cuándo y dónde ocurre esta presencia y esta
ayuda en nuestra vida cotidiana y en la sociedad en que nos desenvolvemos.
Después de eso, exclamar gozosos y
agradecidos: «Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te
bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. Así
manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu
reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre» (Sal). Amén
Buscando
convertirnos a la Paz, el Amor y la Alegría del Reino,
Miguel.
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