19 de junio de 2013
Miércoles de la Undécima Semana Durante el
Año
Lecturas:
lI Corintios 9, 6-11
/ Salmo 111, 1-4. 9 ¡Feliz el que teme al Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 6, 1-6. 16-18
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para
ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del
Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas
pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las
calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su
recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la
derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta
orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos.
Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú,
en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu
Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas,
que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso,
ya han recibido su recompensa.
Tú,
en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno
no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Parece
ser parte de nuestra naturaleza, ya que no sólo en los tiempos de Jesús, sino
también hoy
podemos ver (y vernos en) actitudes como las que él señala:
realizando buenas cosas, pero no porque crean que sean buenas necesariamente,
sino sólo buscando recibir la aprobación de otros, con algún objetivo
inconfesable.
Hipócrita
quien realiza buenas acciones sólo para impresionar a los demás; auténticos
constructores del Reino quienes prefieren “impresionar” al Señor, por medio de
la entrega generosa a los otros, «porque
Dios ama al que da con alegría» (1L), de manera que en la
oscuridad del egoísmo y el individualismo «para
los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el
Justo» (Sal).
Retirados
a la intimidad de nuestro corazón, cerrada la puerta a los afanes, la soberbia
y el orgullo que nos alejan de ti, Señor, te pedimos que nos ayudes a crecer
cada vez más en coherencia y amor. Así sea.
Con la Paz, el Amor
y la Alegría de sabernos amados y perdonados por Dios,
Miguel.
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