18 de junio de 2013
Martes de la Undécima Semana Durante el Año
Lecturas:
lI Corintios 8, 1-9
/ Salmo 145, 2. 5-9 ¡Alaba, alma mía, al Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 43-48
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu
enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol
sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si
ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen
lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de
extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por
lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Los
expertos en auto-ayuda, coaching, crecimiento personal y ramos semejantes que
proliferan en la actualidad, dicen que plantearse una meta enorme nos inspira a
pensar en grande y a soñar en transformar nuestra realidad.
Jesús
sí que pone una vara alta: ser hijos y perfectos como el Padre del cielo. Ni
más ni menos.
Y
eso se hace siguiendo el consejo de Pablo: «manifiesten
la sinceridad de su amor, mediante la solicitud por los demás» (1L), a imitación del
Padre que «hace justicia a los oprimidos
y da pan a los hambrientos» (Sal), aun aquellos que no
se han portado bien con nosotros, como hizo el mismo Jesús.
Ponemos
nuestra confianza en el Único para quien nada es imposible, tú, Señor, y te
pedimos que nos hagas perfectos en el amor. Así sea.
Con la Paz, el Amor
y la Alegría de sabernos amados y perdonados por Dios,
Miguel.
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