lunes, 1 de julio de 2013

Requisitos para ser discípulos de Jesús

1 de julio de 2013
Lunes de la Décimo Tercera Semana Durante el Año

Lecturas:
Génesis 18, 1-2.16-33 / Salmo 102, 1-4. 8-11 ¡El Señor es bondadoso y compasivo!

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    8, 18-22
    Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. Entonces se aproximó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.»
    Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo
sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
    Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre.»
    Pero Jesús le respondió: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
La versión de Mateo para el pasaje que se proclamó en el evangelio de ayer, nos permite mirar las exigencias de Jesús para quienes quieran ser sus discípulos, tema que debiese interesarnos mucho, si es que nos interesa él.
Son dos personas, ambas de buen corazón, probablemente. Uno era escriba, un teólogo de su época, quien dio un paso valiente para las circunstancias que vivía el Maestro, ya que se sabía que las autoridades le habían declarado la guerra: quería hacerse discípulo suyo y lo declara con fervor; el otro ya es discípulo, pero plantea un razonable motivo para dilatar el compromiso.
Al primero le advierte que si es sólo entusiasmo pasajero es mejor que piense bien en lo que está solicitando, porque, para llevar a cabo la demandante tarea de hacer realidad el Reino, él prefiere que sus discípulos no estén atados a lo material, porque les hará desviar tiempo y esfuerzos; al segundo, le recuerda que su Padre «no es un Dios de muertos, sino de vivientes» (Lc 20,38), por lo que quien es su discípulo debe estar en sintonía con la vida y trabajar por la vida en abundancia, que es la que quiere Él que tengamos, ya que para eso vino (Jn 10,10).
¿Cuál es tu obstáculo para entregarte a la gran causa de Jesús? ¿Qué respondería Él ante tu probablemente razonable excusa?

 «Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor» (1L), porque te has hecho cercano en tu Hijo, para mostrarnos que eres «bondadoso y compasivo» (Sal). Por eso y tantas manifestaciones más de tu misericordia, incluido tu permanente llamado a seguir tu camino, gracias, Señor.

Buscando responder con Paz, Amor y Alegría al llamado permanente de Jesús,
Miguel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quiénes son los nuestros?

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 29 de Septiembre de 2024                          ...