26 de junio de 2013
Miércoles de la Duodécima Semana Durante el
Año
Lecturas:
Génesis 15,
1-12. 17-18 / Salmo 104, 1-4. 6-9 El Señor se acuerda eternamente de su Alianza
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 7, 15-20
Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de los falsos profetas, que se presentan cubiertos con
pieles de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los
reconocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los cardos? Así,
todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos.
Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir
frutos buenos.
Al
árbol que no produce frutos buenos se lo corta y se lo arroja al fuego. Por sus
frutos, entonces, ustedes los reconocerán.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Palabras
del Papa:
“Lo
que manda hoy no es el hombre: es el dinero, el dinero; la moneda manda. Y la
tarea de custodiar la tierra, Dios Nuestro Padre la ha dado no al dinero, sino
a nosotros: a los hombres y a las mujeres, ¡nosotros tenemos este deber! En
cambio hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos del beneficio y del
consumo: es la «cultura del descarte». Si se estropea un computer es una
tragedia, pero la pobreza, las necesidades, los dramas de tantas personas acaban
por entrar en la normalidad. Si una noche de invierno, aquí cerca, en la vía
Ottaviano por ejemplo, muere una persona, eso no es noticia. Si en tantas
partes del mundo hay niños que no tienen qué comer, eso no es noticia, parece
normal. ¡No puede ser así!
Con todo, estas cosas entran en la normalidad: que
algunas personas sin techo mueren de frío en la
calle no es noticia. Al
contrario, una bajada de diez puntos en las bolsas de algunas ciudades
constituye una tragedia. Alguien que muere no es una noticia, ¡pero si bajan
diez puntos las bolsas es una tragedia! Así las personas son descartadas, como
si fueran residuos” (Audiencia General 5/06/2013).
«Los falsos profetas,
que se presentan cubiertos con pieles de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces»
nos han repetido tantas veces en los medios masivos que se debe proteger el
dinero, que impunemente sucede lo que denuncia Francisco.
Nuestra
actitud frente a esto, ¿es coherente con nuestra fe cristiana? ¿Qué debiésemos
hacer con los árboles enfermos y los frutos podridos que produce nuestra
sociedad hoy?
Nos
falta valor, Señor, para ser árboles de buenos frutos proféticos que denuncien cada
vez que un hijo tuyo no es tratado con la dignidad que se merece. Perdón,
Señor.
Con la Paz, el Amor
y la Alegría de confiar en que Él está al lado de quien asume las consecuencias
de serle fiel,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario