29 de julio de 2013
Lunes de la Décimo Séptima Semana Durante el
Año
Lecturas:
Éxodo 24, 18;
31, 18; 32, 15-24. 30-34 / Salmo 105, 19-23 ¡Den gracias al Señor, porque es bueno!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
13, 31-35
Jesús propuso a la gente otra parábola:
«El
Reino de los Cielos se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su
campo. En realidad, esta es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece
es la más grande de las hortalizas y se convierte en un arbusto, de tal manera
que los pájaros del cielo van a cobijarse en sus ramas.»
Después les dijo esta otra parábola:
«El
Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con
gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa.»
Todo esto lo decía Jesús a la muchedumbre por medio de parábolas, y no
les hablaba sin parábolas, para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta:
"Hablaré en parábolas,
anunciaré cosas que estaban ocultas
desde la creación del mundo".
Palabra del Señor.
MEDITACION
Era
tan necesario para quienes lo escuchaban (y para quienes recibiríamos después
su mensaje) que comprendieran qué Reino venía a predicar y a acercar hacia
nosotros, que Jesús busca una y mil maneras de graficarlo. Cada una al alcance
de las vivencias de cada quien.
Sería
interesante que te preguntaras ¿a qué se parece el Reino en tu vida?
Busca
las cosas buenas y sencillas que hay en ella, esas maravillas tan cotidianas
que suelen pasar inadvertidas. Pero fíjate sobre todo en las bellas acciones
que realizas y que efectúan las personas que te rodean.
Ahí
puedes encontrar un reflejo de lo que ocurre cuando reina el Dios Padre bueno.
«Den gracias al
Señor, porque es bueno» (Sal), y por eso se manifiesta en lo mejor
que sale de nuestra humanidad. Gracias, Señor.
Con Paz, Amor y
Alegría por sabernos hijos muy queridos por el Padre Dios,
Miguel.
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