miércoles, 4 de marzo de 2015

Nos es muy difícil aceptar y aprender a servir



4 de marzo de 2015
Miércoles de la Segunda Semana de Cuaresma

Lecturas:
Jeremías 18, 18-20 / Salmo 30, 5-6. 14-16 ¡Sálvame, Señor, por tu misericordia!

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   20, 17-28
    Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo: «Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará.»
    Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo.
    «¿Qué quieres?», le preguntó Jesús.
    Ella le dijo: «Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
    «No saben lo que piden», respondió Jesús. «¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?»
    «Podemos», le respondieron.
    «Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre.»
    Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
¡Qué cabezaduras somos los seres humanos!
Los discípulos han estado tan cerca del Maestro que han podido apreciar en directo y en primer plano su incesante actividad a favor de los demás, comprobando que él «no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida» y, sin embargo, cuando Jesús les advierte que se acerca la culminación de su misión, comienzan a pensar en los lugares de privilegio que cada quien tendrá…
¿Y nosotros?
No lo hacemos mucho mejor… ¿Es necesario dar ejemplos? Me parece que no: el mundo como está, dice claramente que no son las actitudes de servicio las que predominan entre nosotros: «los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad».
Y así nos ha ido y nos va…

Que fomentemos hacer del mundo un mejor lugar y de nosotros una mejor humanidad, partiendo, en primer lugar, por hacer propio tu ideal de vida de servicio nosotros, que somos tus discípulos, Señor. Así sea.

Intentando escuchar de manera fructífera tus Palabras de Paz, Amor y Alegría,
Miguel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para que sea efectivo que se encuentre «Dios con nosotros»

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 21 de Diciembre de 2025                         ...