lunes, 18 de febrero de 2013

Pasó de la justicia necesaria al amor por el otro



18 de febrero de 2013
Lunes de la Primera Semana de Cuaresma

Lecturas:
Levítico 19, 1-2. 11-18 / Salmo 18, 8. 9. 1-10. 15 Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    25, 31-46
Jesús dijo a sus discípulos:
«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso. Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver."
Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?"
Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo."
Luego dirá a los de su izquierda: "Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron."
Estos, a su vez, le preguntarán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?"
Y él les responderá: "Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo."
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
«Los preceptos del Señor [que] son rectos, [y] alegran el corazón; los mandamientos del Señor [que] son claros [e] iluminan los ojos» (Sal) en un principio fueron formulados en negativo: «No oprimirás a tu prójimo ni lo despojarás; y no retendrás hasta la mañana siguiente el salario del jornalero» (1L), demostrando, una vez más, que Dios está del lado de los más débiles.
Como en progresión pedagógica, cuando se cumplió el tiempo, Jesús vino a dar un gran salto adelante a esa misma enseñanza y pasó de la justicia necesaria al amor por el otro, al identificarse con el juez final, pidiendo cuentas a quienes no fueron misericordiosos «con el más pequeño de mis hermanos».
Entonces, estos textos nos advierten, primero, contra la indiferencia (o la tentación individualista de la que hablábamos a propósito del evangelio del Domingo reciente), porque no querer ver al necesitado es no querer ver al Señor, ni más ni menos.
Y, en segundo lugar, nos impulsa a ver, corregir, opinar, luchar (según corresponda en cada ocasión) contra la opresión y la injusticia social, porque así lo ordena el Dios del Antiguo Testamento, como muestra la primera lectura. Y también porque es lo que se desprende, si lo tomamos en serio, de las palabras de Jesús.

Invitados por ti, Señor, a ser santos, porque tú lo eres en primer lugar, te pedimos que extiendas tu mano misericordiosa sobre nosotros, para que perdones nuestras faltas al debido respeto por el ser humano, especialmente el más desvalido. Y también te rogamos que sigas infundiendo en nosotros tu justicia. Así sea.

Tratando de vencer las pruebas que intentan alejarnos del Reino de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los “propietarios” del Reino

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 6 de Octubre de 2024                              ...