16 de febrero de 2015
Lunes de la Sexta Semana del Tiempo
Común
Lecturas:
Génesis 3, 23; 4, 1-15. 25
/ Salmo 49, 1. 8. 16-17.
20-21 ¡Ofrece a Dios un sacrificio de
alabanza!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 8, 11-13
Llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y, para ponerlo
a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo:
«¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún
signo.»
Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
Palabra del Señor.
MEDITACION
En la primera lectura se nos presenta
la alegoría del primer asesinato de la historia, según la Biblia, el cual se
produjo por envidia.
El relato dice que había uno que,
cuando se trataba de Dios, daba lo mejor que tenía; mientras el otro dio sin
cuidado y al Señor, obviamente, le agradó la actitud del primero. Entonces,
Caín, el segundo, mató a Abel, el fiel.
En esas circunstancias, el redactor
pone en boca del Creador una frase alentadora para la historia de la fe y de la
humanidad: «La sangre de tu hermano grita
hacia mí desde el suelo» (1L).
¿Todavía queremos «un
signo del cielo»?
Ahí está: Dios no es indiferente al
sufrimiento humano. Y lo muestra en la vida de Jesús, quien siempre está cerca
de los marginados y afligidos para servirlos.
Que nuestra disposición sea semejante
a la de Abel y la de tu Hijo, Señor: fieles a ti, sirviendo a nuestros
hermanos. Así sea.
Con el corazón
lleno de Paz, Amor y Alegría por saber que el Señor puede y quiere nuestra
felicidad,
Miguel.
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