9 de febrero de 2015
Lunes de la Quinta Semana del Tiempo
Común
Lecturas:
Génesis 1,
1-19 / Salmo 103, 1-2. 5-7. 10. 12. 24. 35 ¡Bendice, alma mía, al Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 6, 53-56
Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y
comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos,
hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba,
pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban
que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban
sanos.
Palabra del Señor.
MEDITACION
En la primera lectura que se nos
propone para hoy se nos cuenta que al Dios Creador le basta decir para que se
haga.
La Buena Noticia del Reino es que
cuando se desea un bien para los demás, éste también se realiza.
De esa manera lo hacía Jesús: decía y
sanaba a muchos. Pero su anhelo de servir era tan grande que, cuando no
alcanzaba a decir, bastaba que lo tocaran y lo bueno igual se producía.
Es que Dios no se pone límites para
demostrar su amor.
Así que, quienes se sientan cercanos
al Maestro galileo, los que se hacen llamar cristianos, debiesen intentar con
muchas ganas asemejar sus actitudes a la suya, su disposición a la suya y su
espíritu de servicio al suyo.
Que nos remezca de tal manera tu amor
por nosotros, Señor, que queramos devolver bien por bien, amor por amor,
siempre. Así sea.
Con el corazón
lleno de la Paz, el Amor y la Alegría de ver cómo el Reino de Dios se realiza
en el servicio de unos por otros, a la manera de Jesús,
Miguel.
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