13 de marzo de 2015
Viernes de la Tercera Semana de
Cuaresma
Lecturas:
Oseas 14, 2-10
/ Salmo 80, 6-11.
14. 17 ¡Ojalá escuchemos la voz del
Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 12, 28-34
Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los
mandamientos?».
Jesús respondió: «El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios
es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con
toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es:
Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que
éstos.»
El escriba le dijo: «Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un
solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda
la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo,
vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios.»
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: «Tú no
estás lejos del Reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Nadie se calificaría a sí mismo/a como
idólatra (adorador de ídolos).
Y, sin embargo, hay muchas de nuestras
actitudes que lo son.
En los campos de la música, el cine o
los deportes, incluso, se usa sin vergüenzas de ningún tipo la palabra “ídolo”
para adjetivar a sus personajes más destacados.
Pero hay otras que son más inadvertidas.
Por la forma en que nos relacionamos
con ellos, también lo son el dinero, la fama o el prestigio, el poder, el ego…
y tantos más.
Hoy Jesús nos recuerda que «el Señor nuestro Dios es el único Señor»,
que nada ni nadie debiese ocupar su lugar y que nuestra disposición debiese ser
que no «diremos más "¡Dios
nuestro!" a la obra de nuestras manos» (1L).
Menos a lo que afecte o sirva para dañar a un hijo suyo o una hija suya.
Que renovemos nuestra fe en ti, Señor,
que eres el único Dios en quien «el
huérfano encuentra compasión» (1L)
y el mundo encuentra alegría liberadora. Así sea.
Buscando
proteger y hacer crecer las condiciones de dignidad de los hijos del Dios de la
Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.


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