30 de marzo de 2013
Sábado Santo (VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE
SANTA)
Lecturas:
Génesis 1,
26-31 / Salmo 103, 1-2. 5-6. 10. 12. 13-14. 24. 35 Señor, envía tu Espíritu y renueva toda la
tierra / Génesis 22, 1-2. 9. 10-13. 15-18 / Salmo 15, 5. 8-11 Protégeme, Dios mío, porque en ti me refugio / Éxodo 14, 15—15, 1 / Salmo
Ex 15, 1-6. 17-18 Cantaré al Señor, que
se ha cubierto de gloria / Isaías 54, 5-14 / Salmo 29, 2. 4-6. 11-13 Yo te glorifico, Señor, porque Tú me
libraste / Isaías 55, 1-11 / Salmo Is 12, 2-6 Sacarán aguas con alegría de las fuentes de
la salvación / Baruc 3, 9-15. 32—4, 4 / Salmo 18, 8-11 Señor, Tú tienes palabras de Vida eterna
/ Ezequiel 36,
17-28 / Salmo 41, 3. 5; 42, 3-4 Mi alma tiene sed de Dios / Romanos 6, 3-11 / Salmo 117, 1-2. 16-17. 22-23 Aleluia, aleluia, aleluia
EVANGELIO
+ Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
24, 1-12
El primer día de la semana, al amanecer, las
mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas
encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el
cuerpo del Señor Jesús.
Mientras estaban desconcertadas a causa de
esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las
mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos
les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está
aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en
Galilea: "Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de
los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día"» Y las
mujeres recordaron sus palabras.
Cuando regresaron del sepulcro, refirieron
esto a los Once y a todos los demás. Eran María Magdalena, Juana y María, la
madre de Santiago, y las demás mujeres que las acompañaban. Ellas contaron todo
a los Apóstoles, pero a ellos les pareció que deliraban y no les creyeron.
Pedro, sin embargo, se levantó y corrió hacia
el sepulcro, y al asomarse, no vio mas que las sábanas. Entonces regresó lleno
de admiración por lo que había sucedido.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Te
invito para esta noche santa a que resuene haciendo eco en tu corazón, escuchándolo
como si el Ángel se dirigiera a ti y, luego, hacerlo oración reiterada, como una
especie de mantra: «¿Por qué buscan entre
los muertos al que está vivo?».
«¡Den gracias al
Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!» (Sal)
Buscando el
Reino de la Paz, el Amor y la Alegría y su Justicia, como frutos de esta Semana
Santa,
Miguel.
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