22 de julio de 2013
Lunes de la Décimo Sexta Semana Durante el
Año
Lecturas:
Éxodo 14,
5-18 / Salmo Ex 15, 1-6 ¡El
Señor se ha cubierto de gloria!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
12, 38-42
Algunos escribas y fariseos le dijeron a
Jesús: «Maestro, queremos que nos hagas ver un signo.»
Él
les respondió: «Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se
le dará otro que el del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y
tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de
la tierra tres días y tres noches.
El
día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la
condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí
hay alguien que es más que Jonás.
El
día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la
condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más que Salomón.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
El
mismo pueblo que había sido testigo privilegiado de la acción poderosa de Dios,
como fue su salida desde la esclavitud de Egipto (1L), la que recordaba y
celebraba permanentemente (Sal); ese mismo pueblo, representado en este caso en
sus autoridades, le pide también «un signo» a Jesús, entendiéndose que lo que
quieren ver es algo portentoso.
Pero
así como sus antepasados, pese a haber sido tan favorecidos, muchas veces
cuestionaron a
Yavé y a su enviado Moisés y, peor aún, hasta alguna vez se
arrepintieron de haber sido objetos del favor del Señor (Num 11,5-6), sus
contemporáneos, no se dan por satisfechos con todo lo que han visto y oído del
Maestro. Por eso, con ese lenguaje que no tiene que ver con la excesiva cautela
que usamos los cristianos en la actualidad, llama a las cosas por su nombre:
sus actitudes son las de una «generación malvada y adúltera», por lo que sabe
que ninguna señal, cualquiera que hiciese, no lograría vencer sus prejuicios.
Por eso no tendrán otra que la del «Hijo del hombre en el seno de la tierra
tres días y tres noches».
Y
ese signo tampoco los convenció.
El
tema es: ¿te convence a ti? ¿crees realmente en que Jesús resucitó?. Y eso,
¿tiene consecuencias en tu vida? o ¿exiges más y nuevos signos para creer?
Que
podamos reconocer, como hizo María en su momento, «el Señor hizo en mi grandes
cosas». Y sentirnos, en consecuencia, motivados a compartir esos bienes con los
demás. Así sea.
Meditando tus
palabras de Paz, Amor y Alegría, para darle sentido a nuestro actuar,
Miguel.
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