25 de enero de 2014
La conversión de san Pablo
Lecturas:
Hechos 22,
3-16 / Salmo 116, 1-2 Vayan por
todo el mundo, anuncien la Buena Noticia
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
16, 15-18
Jesús se apareció a los Once y les dijo:
«Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena
Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no
crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que
crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán
tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará
ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán».
Palabra del Señor.
MEDITACION
Innumerables
hombres y mujeres durante estos dos milenios se han tomado en serio el mandato
de Jesús: «Vayan por
todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación».
Eso hizo posible que aquellos «Once» hoy se hayan multiplicado por
millones.
Uno de ellos fue Saulo de Tarso, después
conocido como Pablo, quien dedicó sus mejores esfuerzos y su vida completa a
esta tarea, acogiendo con generosidad el llamado que se le hizo.

No debemos creer que sólo para quienes han
sentido en la adultez que Dios los llamó a cambiar su vida, vale esta misión. Hay
otros que fueron consagrados desde el vientre materno (cf Jer 1,5).
Sólo Él sabe cuándo escoge. Pero, sin dudas,
a todos nos invita. No permitamos que esa llamada caiga al vacío.
Señor,
que en distintos momentos de nuestra vida nos has dicho, como a Pablo,
“levántate desde tu estado de letargo y anda a anunciar que el amor de Dios es
para todos”, sigue impulsándonos y mantén tu inspiración en nosotros para
lograrlo. Así sea.
Reconociendo la
justicia del Reino, como enseñanza del Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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