domingo, 16 de marzo de 2014

TRANSFIGURACION DE JESÚS EN EL MONTE

En tanto que Israel se agitaba todavía entre la adúltera y el justo, el mercader y el mancebo;// en tanto que
discurrían por los gastados tapices de las calles susurradas y sagaces los escribas de la Vieja Ley;// y en el templo los animales eran ofrecidos con ojos rápidos y diminutos y hondas inclinaciones del cuerpo; // he aquí que Jesús ha tomado de la mano a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los ha llevado al monte./ hasta ahora Él les había mostrado sus palabras, pero ahora les ha de entregar también su silencio;// hasta ahora ellos han conocido su compañía, pero ahora les ha de entregar también su soledad;// En el Monte su cuerpo no resiste a Aquel que nunca supo pensar nada que no pudieran compartir su pecho o sus dos manos;// oh, difícilmente podríamos comprenderlo, Él se ha vuelto totalmente exterior como la luz;// como la luz Él ha rehusado la intimidad y se ha echado totalmente fuera de sí mismo;// mas no como el que huye sino como el que regresa, Él se queda con su parte como el que divide un pan;// como la luz se devuelve a los ojos inmensamente abiertos de Pedro, atónitos de Jacobo y cerrados de Juan;// y Pedro ve a Moisés, y Jacobo ve a Elías, y Juan ha visto a Cristo.// Para ellos se ha tornado un objeto de contemplación, como un astro puro en la mirada del Padre://se ha ofrecido totalmente para ser contemplado en la luz como después se ofrecerá para las entrañas absortas del pecado en el Calvario;// Mientras a Pedro le tiemblan los cabellos contados, el ojo justo e injusto, la mejilla mosaica;// y Jacobo tiembla por la muchedumbre de pecados de su pueblo como por algo en nada distinto a su memoria o su esperanza,// Juan siente pena de Dios por su Alegría indecible y quisiera en este instante poderlo recostar contra su pecho; mas tiembla.// Ahora ya no es sol que nos alumbra y se oculta cegadoramente, sino que la Luz por vez primera como nube los cubre y se revela en su gloria;// pero Jesús la corrige suavemente porque ha vuelto a sentir lástima de su privilegio de heridas;// y porque la Luz podría anonadar los semblantes amados de sus discípulos que esperan;//de modo que cuando Jesús modera el rayo de luz viva y el Horno subidísimo de su dicha para decirles «no temáis»,// ellos sienten que dentro de su corazón alguien los ha llamado misteriosamente por su nombre;// y comprenden su virtud o su cuerpo no ya como una abstención justa sino como el niño a quien una visión deslumbrante hace arrojar indolentemente una moneda de la mano;// y la moneda salta en la fuente como la infancia o las cuarenta y dos generaciones desde Abraham hasta ese día;// como la infancia que acuña nuestro Rostro allí donde no puede ser despertado

Fina García Marruz (fragm.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fe con determinación

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 19 de Enero de 2025                               ...