23 de Septiembre de 2015
Miércoles de la Vigésima Quinta Semana Durante
el Año
Lecturas:
Esdras 9, 5-9
/ Salmo Tb 13, 2-5. 8 ¡Bendito sea Dios, que vive eternamente!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 9, 1-6
Jesús convocó a los Doce y les
dio poder y autoridad para expulsar a toda clase de demonios y para curar las
enfermedades. Y los envió a proclamar el Reino de Dios y a sanar a los
enfermos, diciéndoles: «No lleven nada para el camino, ni bastón, ni alforja,
ni pan, ni dinero, ni tampoco dos túnicas cada uno. Permanezcan en la casa
donde se alojen, hasta el momento de partir. Si no los reciben, al salir de esa
ciudad sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos.»
Fueron entonces de pueblo en
pueblo, anunciando la Buena Noticia y curando enfermos en todas partes.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Si el Señor
envió a los pescadores y pecadores que eran sus discípulos, ¿por qué no habría
de enviarte a ti…?
Y si él
envía, da «poder y autoridad» para realizar el bien que haya que hacer.
Y, sí, a ti también…
Si el envío
viene de él, no hace falta nada más que su mandato. Para ti también…
Sólo queda
que tú y yo, y todos los que se atrevan a llamarse cristianos, vayamos por
todas partes anunciando la Buena Noticia del Dios Vivo que ama la vida de todos
y que quiere que todos seamos hijos suyos, sanando los males de los que se
sienten olvidados por Él.
Que nos creamos
lo que decimos creer, Señor, para atrevernos a proclamarte con palabras y
gestos concretos, inspirados y auxiliados por ti. Así sea.
Buscando ser los últimos en privilegios
para ser primeros en llenar de Paz, Amor y Alegría a los demás y a nuestra vida,
Miguel
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