22 de Septiembre de 2015
Martes de la Vigésima Quinta Semana Durante el
Año
Lecturas:
Esdras 6, 7-8. 12. 14-20 / Salmo 121, 1-5 ¡Vamos con alegría a la
Casa del Señor!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 8, 19-21
Su madre y sus hermanos fueron
a verlo, pero no pudieron acercarse a causa de la multitud. Entonces le
anunciaron a Jesús: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.»
Pero Él les respondió: «Mi
madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Este es un
texto clásico para que quienes no veneran a María, la madre de Jesús, peleen o
busquen hacerlo con los católicos…
Pero,
¿podríamos decir seriamente que ella no está entre «los que escuchan la Palabra de Dios y la
practican»?
Según este
mismo evangelista, ¿Escuchó o no Su Palabra por boca del Ángel cuando le
anunció que concebiría al «Hijo del Altísimo» (Lc
1,30-32)? ¿la puso en
práctica o no, cuando al escuchar el anuncio-sugerencia: «tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su
vejez» (1,36)?
Recordemos: «María partió y
fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías
y saludó a Isabel» (1,39-40).
Y continuó
fiel hasta el final de la vida terrena de Jesús (cf
Jn 19,25) y en los
comienzos de la Iglesia (cf Hch 1,14).
En resumen,
si alguien quiere perder tiempo en denostar las creencias de otros, que lo
haga. Pero, siguiendo las enseñanzas del Maestro (que es lo único importante) sus
auténticos discípulos no están en eso, sino en intentar acoger y llevar a la
vida la Palabra de Dios.
Que
pongamos nuestros mejores esfuerzos en hacer parte de nuestra vida tus Palabra
de amor y misericordia, Señor. Así sea.
Buscando ser los últimos en privilegios
para ser primeros en llenar de Paz, Amor y Alegría a los demás y a nuestra vida,
Miguel
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