7 de marzo de 2013
Jueves de la Tercera Semana de Cuaresma
Lecturas:
Jeremías 7,
23-28 / Salmo 94, 1-2. 6-9 ¡Ojalá
hoy escuchen la voz del Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
11, 14-23
Jesús estaba expulsando a un demonio que era
mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó
admirada, pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el
poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios.» Otros, para ponerlo a prueba,
exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús, que conocía sus pensamientos, les
dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una
sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino?
Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.
Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los
expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como
jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios,
quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace
guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro
más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte
sus bienes.
El que no está conmigo, está contra mí; y el
que no recoge conmigo, desparrama.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
¿De
qué lado estás tú?. No de palabra. Haz el ejercicio de preguntarte: si se
analizan mis gestos, actitudes, acciones, opciones, ¿qué dirán? ¿del lado de
quién mostrarán que me he puesto? ¿del lado del Dios de la vida, que escucha el
clamor de su pueblo y toma partido por él (ver Ex 3,7-8 y
meditación del Domingo pasado) o del lado de los que obraron «según los impulsos de su corazón obstinado y perverso» (1L), imponiendo el yugo
a su pueblo o siendo cómplices de éstos?
Jesús
sigue expulsando los demonios que pretenden enmudecer a quienes somos llamados
a anunciar que el Reino viene con la fuerza del amor activo, a hablar con
acciones firmes y claras, porque si callamos, «gritarán las piedras» (Lc
19,40).
Lo que significa, en lo concreto, porque bíblicamente se anuncia con la palabra
y con la vida, que contra el individualismo indiferente, ponemos la solidaridad
acogedora; contra la competencia exitista, el compartir generoso; contra la
injusticia y la opresión, el compromiso efectivo.
Por
eso, quien lleve el nombre de cristiano tiene que tomar partido. Del lado de la
justicia y la verdad está Jesús, así que no queda espacio para la duda: «el que no está conmigo, está contra mí»,
«ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No
endurezcan su corazón”» (Sal).
Queremos
ponernos del lado de la fuerza del dedo de Dios, que trabaja y lucha por una
vida más digna y buena para todos tus hijos y hermanos, Señor. Concédenos el
valor y la fuerza necesarias. Así sea.
Con Paz, Amor y
Alegría agradecidas por la misericordia de nuestro Dios,
Miguel.
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