lunes, 29 de abril de 2013

Es más fácil decir: “Señor, te amo” que mostrar en la vida que efectivamente le amamos


29 de abril de 2013
Lunes de la Quinta Semana de Pascua

Lecturas:
Hechos 14, 5-18 / Salmo 113b, 1-4. 15-16 No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan    14, 21-26
Jesús dijo a sus discípulos:
«El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.»
Judas -no el Iscariote- le dijo: «Señor, ¿por qué te vas a manifestar a nosotros y no al mundo?»
Jesús le respondió: «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Es más fácil decir: “Señor, te amo” que mostrar en la vida que efectivamente le amamos. 
Jesús aclara: «El que recibe mis mandamientos y los cumple, ese es el que me ama». Pero, como todo lo que proviene de él, siempre será sobreabundante de gracias, agrega: «el que me ama será amado por mi Padre» (¡por el mismo Dios!), y, como si todo eso fuera poco, añade una bella promesa: «y yo lo amaré y me
manifestaré a él», porque, recordemos que Él es el Dios que «nunca dejó de dar testimonio de sí mismo, prodigando sus beneficios, enviando desde el cielo lluvias y estaciones fecundas, dando el alimento y llenando de alegría los corazones.» (1L)
“Sus mandamientos” se resumen en uno solo, como escuchábamos el Domingo reciente: «ámense los unos a los otros». Es decir, amarlo es amar a los demás o a Jesús y al Padre se lo ama en los hermanos, con predilección por los más desvalidos. Quienes se atrevan a enfrentar ese desafío, «sean bendecidos por el Señor, que hizo el cielo y la tierra» (Sal).

Creemos en tu amor, Señor, y creemos que podemos amar como tú nos has amado. Pero, como conoces nuestra debilidad, una vez más te pedimos: Aumenta nuestra fe. Así sea.

Con el mandato de entregar Paz, Amor y Alegría a cada ser humano,
Miguel.

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