24 de julio de 2013
Miércoles de la Décimo Sexta Semana Durante
el Año
Lecturas:
Éxodo 16,
1-5. 9-15 / Salmo 77, 18-19. 23-28 El Señor les dio como alimento un trigo celestial
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
13, 1-9
Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud
se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella,
mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente
por medio de parábolas.
Les
decía: «El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron
al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno
pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra
era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz,
se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras
treinta.
¡El
que tenga oídos, que oiga!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Este
es año electoral en nuestro país. Es tiempo, por lo tanto, de un gran
despliegue de actividades, buenas o malas, para atraer a la gente.
Hoy
vemos que Jesús atraía multitudes.
¿Cómo
lo conseguía?
Les
daba lo que necesitaban: comprensión, cercanía e, incluso, soluciones a sus
problemas y necesidades materiales. Pero él no esperaba recibir nada a cambio.
Al contrario, su afán era mostrar que quien lo enviaba, su Padre, nos amaba y
por medio de su acción en medio nuestro quería y quiere seguir demostrándolo «este es el pan que el Señor les ha dado
como alimento» (1L).
«El que tenga oídos,
que oiga»
esta, que es la Buena Noticia de hoy y siempre.
Señor,
que nos has dado a comer alimento celestial: tus dones y tu bondad, perdona
nuestra falta de fe manifestada en la tendencia a la comodidad y el egoísmo.
Así sea.
Meditando tus
palabras de Paz, Amor y Alegría, para darle sentido a nuestro actuar,
Miguel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario