«Yo he venido a traer fuego sobre la
tierra,
¡y cómo desearía que ya estuviera
ardiendo!» (Lc 12,49)
«Amor de Ti nos
quema,
blanco Cuerpo».
Unamuno
Cordero degollado en
pie de Pascua.
Sin alas y sin áloes
testigos,
somos llamados a
palpar tus llagas.
En todos los recodos
del camino
nos sobrarán Tus
pies para besarlas.
Tantos sepulcros por
doquier, vacíos
de compasión,
sellados de amenazas.
Callados, a su
entrada, los amigos,
con miedo del poder
o de la nada.
Pero nos quema aun
tu hambre, Cristo,
y en Ti podremos
encender el alba.
Pedro Casaldáliga
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