Con sendero de dos
se fue formando,
hilvanando momentos
de ternura,
entre pasos de dolor
navegando,
realizando amor sin
atadura.
Un hogar entre
muchos con destino,
con los tenues
abismos y quebrantos,
entre risas y llanto
del camino,
pero siempre cubriéndose
con mantos.
Y los hijos van
llegando a tu vida,
esas huellas dejadas
en la tierra,
son extensiones de
amor sin medida,
que estarán
presentes aun en la guerra.
La familia que
formaste es sagrada,
bendiciones de tu
sangre plasmadas,
crecimiento como
planta abonada,
tocando los amores
con palmadas.
Los días de cariño
son enormes,
la convivencia muy
bien se ha forjado,
los matices de amor
están conformes,
con orgullo del
hogar que has formado.
La sagrada familia
formó tu alma,
vino de tantas bases
enseñadas,
entre tumbos y
altibajos en calma,
celebrando
respuestas acertadas.
Bendice la familia
que hoy ya tienes,
abrígala de cantos y
colores,
protégela de todos
los vaivenes,
llenándola de
tiempos y de amores.
Blanca N. García González

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