18 de enero de 2014
Sábado de la Primera Semana Durante el Año
Lecturas:
I Samuel 9,
1-6.10.17-19; 10, 1 / Salmo 20, 2-7 ¡El rey se regocija por tu fuerza, Señor!
EVANGELIO
Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí, y
él les enseñaba. Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de
recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y pecadores
se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos los que lo
seguían. Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores
y publicanos, decían a los discípulos: «¿Por qué come con publicanos y pecadores?»
Jesús, que había oído, les dijo: «No son los sanos los que tienen
necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos,
sino a los pecadores.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
La
gran “revolución” que ha traído el Papa Francisco, es la que él llamó la
“revolución de la ternura”, adjudicándosela al propio Jesús.
De
hecho, desde que asumió como obispo de Roma, sus gestos y palabras han
intentado volver a la raíz, a la esencia, del evangelio.

Nos
miras, Jesús, y no ves pecadores y no pecadores, sino seres humanos, hermanos
tuyos en este caminar por la tierra y nos ofreces tu cariño y tu comprensión.
Gracias, Señor.
Creciendo en la
justicia, como hijos del Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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