20 de enero de 2014
Lunes de la Segunda Semana Durante el Año
Lecturas:
I Samuel 15,
16-23 / Salmo 49, 8-9. 16-17. 21. 23 ¡Escucha, pueblo mío, Yo te hablo!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
2, 18-22
Un
día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a
Jesús: «¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan
y los discípulos de los fariseos?»
Jesús les respondió: «¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando
el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al
esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces
ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo,
porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y
ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Cuando
vamos a una boda, la actitud natural nuestra es la de estar felices con los
contrayentes, si somos sus amigos, porque compartimos su alegría.

Hoy
hay que mirar los rostros de la gente que sirve en las Iglesias. Son, o
parecen, “cristianos cuya opción parece ser la de una Cuaresma sin Pascua”,
como graficó Papa Francisco.
Es
el tiempo de Dios. Es el tiempo de la alegría. Si es que de verdad crees en la
Resurrección y en el Resucitado.
Que
nos sintamos parte de la fiesta de la esperanza, que significa el Reino
presente y actuante entre nosotros, Señor. Así sea.
Reconociendo la
justicia del Reino, como enseñanza del Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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