22 de enero de 2014
Miércoles de la Segunda Semana Durante el Año
Lecturas:
I Samuel 17,
1-2. 4. 8. 32-33. 37. 40-51 / Salmo 143, 1-2. 9-10 ¡Bendito sea el Señor, mi Roca!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
3, 1-6
Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía
una mano paralizada. Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo
sanaba en sábado, con el fin de acusarlo.
Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: «Ven y colócate aquí
delante». Y les dijo: «¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar
una vida o perderla?»
Pero ellos callaron.
Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y
apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: «Extiende tu mano.» Él
la extendió y su mano quedó sana.
Los
fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de
acabar con Él.
Palabra del Señor.
MEDITACION
¿Es
posible que alguien crea que existen fechas u ocasiones en las cuales se hace
el bien y, por lo tanto, otras en que no se hace?
Hace
poco menos de un mes estábamos inmersos en el “espíritu navideño”, lo que
vagamente nos hace pensar en un tiempo de ser mejores personas. Sin embargo,
poco hacemos al respecto.
Pero
los que lo hacen, benditos sean.
Claro
que surge la pregunta: ¿qué impide que sea más permanente esa disposición?
Te
dejo la inquietud.
Señor,
que alguna vez nos planteaste el desafío de ser perfectos como el Padre de los
Cielos (cf Mt 5,48), fortalécenos, guíanos y socórrenos
en el camino hacia ese bellísimo modelo. Así sea.
Reconociendo la
justicia del Reino, como enseñanza del Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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