3 de marzo de 2014
Lunes de la Octava Semana Durante el Año
Lecturas:
I Pedro 1, 3-9
/ Salmo 110, 1-2. 5-6. 9-10 El Señor se acuerda eternamente de su
alianza
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
10,
17-27
Cuando Jesús se puso en camino, un hombre
corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer
para heredar la Vida eterna?»
Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo
Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio,
no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu
padre y a tu madre.»
El hombre le respondió: «Maestro, todo eso lo
he cumplido desde mi juventud.»
Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te
falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un
tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme.» El, al oír estas palabras, se
entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus
discípulos: «¡qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!» Los
discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo:
«Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un
camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios.»
Los discípulos se asombraron aún más y se
preguntaban unos a otros:
«Entonces, ¿quién podrá salvarse?»
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo:
«Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es
posible.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Si
bien la pregunta apunta a ganarse un espacio en el Más Allá –imagen que aún
tiene mucha gente en nuestro tiempo- debemos entender, mirando cómo actuaba y
escuchando la Buena Noticia del Reino que Jesús proclamaba (cf
Mt 4,23)
que en su concepto, esto significaba más bien intentar buscar la vida eterna en
esta vida, en el hoy de cada uno y de cada día.
Además,
hay que tomar en cuenta que ningún don de Dios es “heredable” o “ganable”
mediante alguna acción o esfuerzo nuestro, porque Él los otorga gratuitamente a
todos sus hijos, como nos ha enseñado el Maestro los domingos de las dos
semanas recientes.
Por
eso, la respuesta al rico de este texto quiere hacerle ver cómo mejorar su
propia existencia, para hacerla una vida buena, plena, bella o en sintonía con
el amor del Padre, de manera que tenga rasgos de eterna.
¿Cómo
se hace para heredar o adquirir esa calidad de vida?
Manejando
las relaciones humanas con respeto y cariño: «No
matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no
perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre».
Pero si las preocupaciones materiales nos enceguecen
a las necesidades de los hermanos, sería bueno para nosotros que vendiésemos (o
nos deshiciésemos) de todo aquello y se lo entregásemos a los necesitados.
Así estaremos en condiciones de ser realmente
considerados seguidores del Señor de la Vida, la única con una calidad que la
hace merecer el nombre de vida.
Ciertamente,
Señor, sabemos que para nuestras fuerzas, capacidades e inteligencia es
imposible entrar en el espíritu de tu Reino, por eso, confiando en que para ti
todo es posible, te pedimos que nos ayudes a liberarnos de nuestras pocas o
muchas riquezas y ensanches nuestro corazón para que crezca la vida entre
nosotros. Así sea.
Escogiendo
servir sólo al Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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