19 de Agosto de 2015
Miércoles de la Vigésima Semana Durante el Año
Lecturas:
Jueces 9, 6-15
/ Salmo 20, 2-3. 4-5. 6-7 ¡El rey se regocija por tu fuerza, Señor!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 30—20, 16
Jesús dijo a sus discípulos:
Muchos de los primeros serán
los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. Porque el Reino de los
Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar
obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los
envió a su viña.
Volvió a salir a media mañana
y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: "Vayan ustedes
también a mi viña y les pagaré lo que sea justo." Y ellos fueron.
Volvió a salir al mediodía y a
media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando
todavía a otros, les dijo: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin
hacer nada?." Ellos les respondieron: "Nadie nos ha contratado."
Entonces les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña."
Al terminar el día, el
propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y págales
el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros."
Fueron entonces los que habían
llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los
primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un
denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo:
"Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que
a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la
jornada."
El propietario respondió a uno
de ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un
denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo
que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué
tomas a mal que yo sea bueno?"
Así, los últimos serán los
primeros y los primeros serán los últimos.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Recordemos
siempre que estas parábolas buscan ayudarnos a comprender cómo es nuestro Dios.
¿Qué nos
dice hoy Jesús acerca de sus actitudes?
Que para
Él, al contrario de nuestros criterios (una vez más) no vale la frase usada en
el ámbito militar: “la antigüedad constituye grado”…
La
experiencia en instituciones de Iglesia muestra que muchas veces ésta lleva al
anquilosamiento de las ideas y, sobre todo, de las prácticas religiosas hasta
pretenderlas sagradas sólo por el hecho de que se hacen de aquella manera hace
mucho tiempo.
En el campo
del Reino lo que vale es el trabajo efectivamente realizado (la aplicación en
la práctica de la Palabra), sin importar tanto si eso lo hicieron en “una hora”
o en “toda la jornada”.
Que no
estemos entre los rezongones a los que les parece una carga «el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada», sino que
ésta y el hecho que haya más hermanos que quieran ayudar, desde cuando llegue
su momento, sean para nosotros motivo de alegría. Así sea.
Intentando hacer los cambios necesarios
para que, alimentados del pan de Vida, podamos ser testigos de Paz, Amor y
Alegría para el mundo,
Miguel
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