18 de Agosto de 2015
San Alberto Hurtado
Lecturas:
Santiago 2, 14-16
/ Salmo 111, 1-6 Feliz el hombre que teme al Señor
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 10, 25-37
Y entonces, un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a
prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?".
Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees
en ella?".
Él le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con
toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como
a ti mismo".
"Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás
la vida".
Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta
pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?".
Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba
de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de
todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto.
Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de
largo.
También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y
se conmovió.
Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino;
después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó
de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue,
diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'.
¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre
asaltado por los ladrones?".
"El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús
le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
Palabra del Señor.
MEDITACION
Como si
fuese una continuación del texto de ayer, pese a que son evangelios diferentes,
en éste, Jesús, demostrando su coherencia, también llama a no quedarse en lo
aparente, por “religioso” que sea considerado, sino a ir al fondo de las cosas.
En ambas
ocasiones alguien le pregunta por los requisitos para «heredar la Vida eterna», en
perspectiva de “premio” para el futuro.
En ambas, el Maestro invita a tener actitudes concretas de amor y
solidaridad con los demás, como forma de tener, desde ya, esa Vida.
No se trata, entonces, en este caso de quién es, según las normas, el
“prójimo” del otro; sino de quién actúa como tal.
Que
recordemos siempre que, según tus enseñanzas, Señor, el amor es uno solo, por lo que quien ama a
Dios y quiere ser coherente, ama al prójimo también. Así sea.
Intentando hacer los cambios necesarios
para que, alimentados del pan de Vida, podamos ser testigos de Paz, Amor y
Alegría para el mundo,
Miguel
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