14 de Agosto de 2015
Viernes de la Décimo Novena Semana Durante el Año
Lecturas:
Josué 24, 1-13
/ Salmo 135, 1-3. 16-18.
21-22. 24 ¡Den gracias al Señor, porque
es eterno su amor!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 19, 3-12
Se acercaron a él algunos
fariseos y, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Es lícito al hombre
divorciarse de su mujer por cualquier motivo?»
Él respondió: «¿No han leído
ustedes que el Creador, desde el principio, los hizo varón y mujer; y que dijo:
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los
dos no serán sino una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola
carne. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido.»
Le replicaron: «Entonces, ¿por
qué Moisés prescribió entregar una declaración de divorcio cuando uno se
separa?»
Él les dijo: «Moisés les
permitió divorciarse de su mujer, debido a la dureza del corazón de ustedes,
pero al principio no era así. Por lo tanto, yo les digo: El que se divorcia de
su mujer, a no ser en caso de unión ilegal, y se casa con otra, comete
adulterio».
Sus discípulos le dijeron: «Si
esta es la situación del hombre con respecto a su mujer, no conviene casarse.»
Y él les respondió: «No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a
quienes se les ha concedido. En efecto, algunos no se casan, porque nacieron
impotentes del seno de su madre; otros, porque fueron castrados por los
hombres; y hay otros que decidieron no casarse a causa del Reino de los Cielos.
¡El que pueda entender, que entienda!»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Sigue
siendo actual la frase «no conviene casarse», al menos
en la mentalidad de muchos de nuestros contemporáneos.
De hecho, es
increíble que aún se realicen matrimonios, ya que la propaganda negativa que le
hacen los mismos casados, sumada a los chistes fáciles que se hacen acerca de
este, no motivan mucho que digamos.
Incluso los
cristianos –en este como en muchos otros temas- van para otro lado que lo que enseñan
sobre esto sus iglesias, basados en la Palabra.
En fin,
como vemos, en la época de Jesús también se hacía cálculos con respecto a la
ganancia o no de querer comprometerse públicamente a vivir la aventura de a
dos, como la soñó Dios al principio: uni-2, comprometi-2, enamora-2.
Que seamos,
también en esto, gente que no se deja llevar por la corriente, sino crea y
recrea ese encuentro que, cuando se vive con fidelidad y respeto mutuo, da vida
buena a muchos. Así sea.
Buscando
permitir que el Pan de Vida que nos alimenta produzca frutos de Paz, Amor y
Alegría para la vida del mundo,
Miguel
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