15 de Septiembre de 2015
Martes de la Vigésima Cuarta Semana Durante el
Año
Lecturas:
Timoteo 3, 1-13
/ Salmo 100, 1-3. 5-6 ¡Procederé con rectitud de corazón!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 7, 11-17
Jesús se dirigió a una ciudad
llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud. Justamente
cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, llevaban a enterrar al hijo único
de una mujer viuda, y mucha gente del lugar la acompañaba. Al verla, el Señor
se conmovió y le dijo: «No llores.» Después se acercó y tocó el féretro. Los
que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: «Joven, yo te lo ordeno,
levántate.»
El muerto se incorporó y
empezó a hablar. Y Jesús se lo entregó a su madre.
Todos quedaron sobrecogidos de
temor y alababan a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha aparecido en medio de
nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo.»
El rumor de lo que Jesús
acababa de hacer se difundió por toda la Judea y en toda la región vecina.
Palabra del Señor.
MEDITACION
En nuestras
poblaciones, deambulando por nuestras calles, vemos muchos jóvenes en búsqueda
no siempre consciente y bastante desorientada de su felicidad.
Sólo el 78%
ha terminado la enseñanza secundaria; uno de cada diez no estudia ni trabaja;
entre los países de la Ocde, nuestros jóvenes están en el cuarto lugar en abuso
del alcohol; uno de cada cinco niños y adolescentes sufren trastornos mentales…
Hay muchos
motivos para que acumulen frustraciones y rencores.
Eso
explicaría los desmanes en las manifestaciones multitudinarias (políticas o
deportivas) sean protagonizadas principalmente por ellos; también, que haya una
gran cantidad de ellos en los delitos más violentos; y tantas otras acciones
antisociales que recogen los medios de comunicación.
Que, por
nuestro presente y nuestro futuro, podamos ayudar a que los menores
desesperanzados de nuestra sociedad escuchen de parte de Jesús y sus seguidores
esta palabra: «Joven, yo te lo
ordeno, levántate». Así sea.
Buscando los caminos de Paz, Amor y Alegría
para seguir por ellos al Señor con la cruz del servicio al hombro,
Miguel
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