4 de Septiembre de 2015
Viernes de la Vigésimo Segunda Semana Durante
el Año
Lecturas:
Colosenses 1, 15-20
/ Salmo 99, 1-5 ¡Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de
gozo!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 33-39
Los escribas y los fariseos
dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración,
lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y
beben.»
Jesús les contestó: «¿Ustedes
pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos?
Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que
ayunar.»
Les hizo además esta
comparación: «Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno
viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en
el vestido viejo. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará
reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán
más. ¡A vino nuevo, odres nuevos! Nadie, después de haber gustado el vino
viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Estar con
Jesús es sólo motivo de alegría. O debiese ser…
Porque, de
lo contrario, no se está del lado del Dios de la Vida (cf
Mc 12,27), del Profeta
de la Buena Noticia del Reino (cf Lc 4,18-19) y del Espíritu Santo que
permanentemente estremece de gozo (cf Lc 10,21)…
Ayunar es
sinónimo de tristeza, penitencia… puede servir en casos puntuales, pero hay
quienes parecen vivir permanentemente en ayuno (o eso aparentan), en actitud de
tristeza y de privación de todo lo que tiene de bella la Creación.
Y pretenden
que eso sea una forma de alabarlo. A mí me suena más a ser malagradecidos con
la obra de este Dios que todo lo hace bien (Gn
1,31; cf Mc 7,37).
Que no
pretendamos mezclar el vino nuevo de la alegría en el Espíritu, que sólo puede
venir de ti, Señor, con los odres viejos de la amargura aprendida por malas
costumbres. Así sea.
Buscando vivir una pureza a tu manera: no
externa, sino una que inunde de Paz, Amor y Alegría a los demás,
Miguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario