7 de Noviembre de 2015
Sábado de la Trigésimo Primera Semana
Lecturas:
Romanos 16, 3-9. 16. 22-27
/ Salmo 144, 2-4. 6. 10-11 ¡Bendeciré al Señor eternamente!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 9-15
Jesús decía a sus discípulos:
«Gánense amigos con el dinero
de la injusticia, para que el día en que este les falte, ellos los reciban en
las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco,
también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco, también es
deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto,
¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién
les confiará lo que les pertenece a ustedes?.
Ningún servidor puede servir a
dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por
el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero».
Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se
burlaban de Jesús. El les dijo: «Ustedes aparentan rectitud ante los hombres,
pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los
hombres, resulta despreciable para Dios.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Por cierto, nadie reconoce abiertamente que intenta «servir a Dios y al Dinero» y no ser
criticado por eso.
Una pregunta para que te hagas a solas con tu conciencia, a modo de test
sobre esto: si alguien te invita a servir a otra persona, a quien no conoces o
conoces poco, en tus horarios de descanso, ¿no es verdad que lo pensarías mucho
y es probable que, con alguna buena excusa, rechazarías ir?.
Pero, si, en ese mismo tiempo que utilizas para tu reposo, se te pide
que acudas a cierto lugar, a cambio de una buena recompensa económica, ¿acaso
no es casi seguro que no opondrías mayor resistencia?

Que podamos vencer
el amor al dinero con tu forma de amar la Vida, Señor. Así sea.
Intentando vivir las bienaventuranzas de la
Paz, el Amor y la Alegría, que son el camino hacia la Vida plena,
Miguel
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