6 de Noviembre de 2015
Viernes de la Trigésimo Primera Semana
Lecturas:
Romanos 15, 14-21 / Salmo 97, 1-4 ¡El Señor reveló su victoria a las naciones!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 1-8
Jesús decía a sus discípulos:
Había un hombre rico que tenía
un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo:
"¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración,
porque ya no ocuparás más ese puesto."
El administrador pensó entonces:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo
fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que,
al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!."
Llamó uno por uno a los
deudores de su señor y preguntó al primero: "¿Cuánto debes a mi
señor?" "Veinte barriles de aceite", le respondió. El
administrador le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota
diez."
Después preguntó a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?" "Cuatrocientos quintales de trigo",
le respondió. El administrador le dijo: "Toma tu recibo y anota
trescientos."
Y el señor alabó a este
administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de
este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.
Palabra del Señor.
MEDITACION
En Chile entendemos
astucia con pillería estafadora, a la que llamamos “picardía criolla”, entre
otros términos que pretenden engalanar acciones que perjudican a otros.
Y, en sentido opuesto,
los términos que se dedican a los honestos son bastante denigrantes.
Aún así, todos
tienen una opinión lapidaria de muchos grupos sociales y del propio país, como
uno “lleno de corruptos”, entre quienes no se cuentan a sí mismos, por cierto…
El cristiano, como
cualquier otra persona, se mueve entre estos polos. La duda es: ¿actuará
preferentemente como «los hijos de este
mundo» o, por el contrario, buscará, pese a lo que
digan o crean otros, hacerlo como «los
hijos de la luz»?
En esta, como en
cada opción de vida, se juega la coherencia entre lo que se dice ser y lo que
se demuestra ser…
Que la forma de
relacionarnos con los demás, y no tanto el grupo al que pertenezcamos o el “cartel”
que nos colguemos al cuello, muestre nuestra opción por la dignidad humana y
por ti, Señor. Así sea.
Intentando vivir las bienaventuranzas de la
Paz, el Amor y la Alegría, que son el camino hacia la Vida plena,
Miguel
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