«Todos daban testimonio a favor de él
y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia
que salían de su boca.
Y decían: "¿No es este el hijo de José?"»
(Lc 4,22)
Mientras
te acuno en mis brazos entre lágrimas de amor
Es que a veces no comprendo este pobre corazón
Y pensar que había pensado abandonarla en
secreto
De no hacer sido por el Ángel y de lo que dijo
en aquel sueño
Si todavía me cuesta creer que se haya fijado
en mí el cielo
Espero sepas comprenderme yo solo soy un pobre
carpintero
Aquí cuidando de tu madre y contigo aquí en
mis brazos
Soy más feliz que el hombre más feliz que la
Tierra haya pisado
Pero está tan fría esta noche y estamos tan
lejos de casa
Ay Dios que raros son tus planes dije a la
noche estrellada
Hubiera querido darte un palacio y no este
agujero
Pero Tú sabes no hay lugar para el hijo del
carpintero
Y te cantaré canciones de nuestro pueblo y su
cansancio
Inclinado ante la cuna que haré con mis
propias manos
Cuando crezcas cada noche te contaré historias
de sembradores
De semillas de tierra fértil, de ovejas
perdidas y de pastores
De un hombre que encontró un tesoro y por él
lo dejo todo
Y así sabrás cuanto te quiero y aquel que
hombre es este carpintero
Y te veré crecer despacio en cada primavera
Te hablaré de nuestro Dios te enseñaré lo que
pueda
Este es el hombre que soy eso es todo lo que
puedo darte
No tengo oro ni plata solo un corazón para
amarte
Del que solo entiende de clavos y madera
Y que por Ti daría, daría su vida entera
Es que por Ti daría mi vida entera.
Daniel Poli
No hay comentarios:
Publicar un comentario