22 de Enero de 2016
Viernes de la Segunda Semana Durante el Año
Lecturas:
I Samuel 24, 3-21
/ Salmo 56, 2-4. 6. 11 ¡Ten piedad de mí, Dios mío, ten piedad!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 3, 13-19
Jesús subió a la montaña y
llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a
doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de
expulsar a los demonios.
Así instituyó a los Doce:
Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan,
hermano de Santiago, a los que dio el nombre de Boanerges, es decir, hijos del
trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de
Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Como veíamos ayer, Jesús comprende que los representantes de la religión
oficial estaban muy encerrados en sus prácticas y tradiciones como para poder
comprender la novedad que él traía.
Por ello, decide crear un movimiento de adoradores del Padre Dios, al
margen del Templo y las sinagogas.
Y selecciona de entre ellos a doce (número simbólico que recuerda a las
doce tribus que dieron origen al pueblo de Dios) «para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de
expulsar a los demonios», es decir, para ayudarlo a difundir la
Buena Noticia del Reino del Amor, el cual se explica, pero también se vive y se
manifiesta con acciones concretas.
Que no olvidemos que la misión de los Doce es la misma que nos has dado
a cada uno/a de nosotros/as, Señor y que, como representantes tuyos/as, vamos
acompañados/as por tu propio Espíritu para realizarla de manera eficaz. Así
sea.
Aprendiendo a hacer que la Paz y el Amor que
se encuentra en el Señor se traduzcan en Alegría de vivir y compartir,
Miguel
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