jueves, 21 de enero de 2016

Retirarse no siempre es rendirse



21 de Enero de 2016
Jueves de la Segunda Semana Durante el Año

Lecturas:
I Samuel 18, 6-9; 19, 1-7 / Salmo 55, 2-3. 9-13 ¡En Dios confío y no temo!

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos   3, 7-12
    Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea. Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
    Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!» Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
Palabra del Señor.

MEDITACION
En los textos de los días anteriores hemos visto a Jesús en conflicto permanente con los representantes de la religión oficial de su pueblo.

Posterior a eso, hoy vemos que «se retiró con sus discípulos a la orilla del mar».
Ha comprendido que su prédica es más bien combatida en las sinagogas y por los religiosos, lugar y personas a quienes creía más preparadas para comprenderla.
Debido a eso, decide trasladar su movimiento por el Reino de Dios adonde se encuentra en pueblo sencillo, quienes parecen comprender mejor el amor gratuito del Padre de Jesús.
Tal vez así fue que comprendió él mismo que entre ellos se encontraban los favoritos de Dios.
Y pudo decir después: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños» (Mt 11, 25) y, más claro: «¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!  ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!» (Lc 6, 20-21).

Que sepamos, también, cuándo es oportuno retirarse, para evitar conflictos improductivos y para tener la posibilidad de encontrar caminos mucho más cercanos a tu voluntad, Señor. Así sea.

Aprendiendo a hacer que la Paz y el Amor que se encuentra en el Señor se traduzcan en Alegría de vivir y compartir,
Miguel

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