4 de Febrero de 2016
Jueves de la Cuarta Semana Durante el Año
Lecturas:
I Reyes 2, 1-4. 10-12
/ Salmo 1Cr 29, 10-12 ¡Bendito sea el Señor, nuestro Dios!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 6, 7-13
Jesús llamó a los Doce y los
envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros.
Y les ordenó que no llevaran
para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran
calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el
momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al
salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos.»
Entonces fueron a predicar,
exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos
enfermos, ungiéndolos con óleo.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Ayer hablábamos de la tarea del Profeta, recordando, de pasada que todo
cristiano ha sido consagrado para esa misión también.
El texto de hoy nos señala algunos signos proféticos que podemos dar.
No hacer la tarea solos, porque la unión hace la fuerza, pero, además,
el testimonio es más contundente cuando proviene de varios;
Hacerla con alegre confianza, liberados de la tentación materialista que
cree más en los recursos que en el Espíritu;
Aceptar la hospitalidad de quienes sólo tienen esa sencilla forma de
agradecer;
Invitar a convertirse hacia los valores de la fraternidad y la
solidaridad desde los de esos demonios creados por el mercantilismo;
Y ayudar a sanar el alma y el cuerpo de quienes se son víctimas
inocentes e impotentes de este mundo deshumanizado que hemos construido.
Que intentemos, cada vez más y cada vez mejor, llevar tus buenas
noticias humanizadoras a los muchos que las necesitan, Señor. Así sea.
Buscando llevar la Buena Noticia de la Paz,
el Amor y la Alegría a los empobrecidos materiales y los pobres de esperanzas,
Miguel
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