PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
7 de Febrero de 2016
Quinto Domingo Durante el Año
Lecturas:
Isaías 6, 1-8
/ Salmo 137, 1-5. 7-8 Te
cantaré, Señor, en presencia de los ángeles / I Corintios 15, 1-11
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 1-11
En una oportunidad, la
multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y
Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas
junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando
las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se
apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde
la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen
las redes».
Simón le respondió: «Maestro,
hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices,
echaré las redes». Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las
redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de
la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto
las dos barcas, que casi se hundían.
Al ver esto, Simón Pedro se
echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un
pecador». El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la
cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a
Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No
temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres».
Ellos atracaron las barcas a
la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
MEDITACION
¡Qué cercanos son
a nosotros los personajes que nos presentan las lecturas de este Domingo! Isaías
reconoce: «soy un hombre de labios
impuros» (1L); Pablo se muestra arrepentido por haber
sido previamente enemigo de la Iglesia (2L); y Pedro,
sabiéndose pecador, pide a Jesús que se aleje (Ev). Todos,
sin embargo, pusieron sus debilidades y capacidades a disposición del Señor y así
Él pudo, por medio de ellos, mejorar el mundo, como es su voluntad.
Si este relato pretendiese enseñar métodos para pescar peces, pese al
resultado puntual, claramente, el de Pedro era el correcto y el de Jesús
descabellado.
Pero, como se trata de la misión de dar a conocer la Buena Noticia del
Reino, es decir, de “pescar hombres”
para liberarlos del estilo deshumanizado que tanto daño hace a cada uno, a la
comunidad humana completa y hasta al planeta, cabe la frase que dicen que
proviene de Einstein: "Locura es hacer siempre lo mismo y esperar
resultados diferentes".
Vemos que «la multitud se
amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios», lo que
significa que reconocían al Creador expresándose por medio de él.
Se trata, entonces, de no hacer lo mismo de siempre y lo mismo que otros,
creyendo que sólo los expertos saben, para escuchar el mensaje del Señor, no de
un carpintero sin experiencia en la pesca.
Le dice a Simón (y nos dice a todos): «Navega mar adentro». Se trata, entonces, de no hacer lo mismo de
siempre y lo que hacen todos para atreverse a abandonar las comodidades y seguridades
de la orilla; el “siempre se ha hecho así”.
Le responde Pedro: «Maestro, hemos
trabajado la noche entera y no hemos sacado nada». Se trata, entonces, de
no hacer lo mismo de siempre, que es no confiar en el cerebro con que Dios nos
ha dotado para que lo usemos, y nos atrevamos a plantear nuestras inquietudes.
Sin embargo, también se nos ha dado la fe: «pero si tú lo dices, echaré las redes». Se trata, entonces, de no
hacer lo mismo de siempre y lo mismo que la mayoría, para aceptar los desafíos
que, Él mejor que nosotros, sabe que somos capaces de afrontar.
Es probable que, cuando veamos lo eficaz que es dejarse guiar, pero
también los costos personales que puede traernos trabajar por el Reino y su
justicia, nos asalte el temor: «Aléjate
de mí, Señor, porque soy un pecador».
En esas situaciones, habrá una comunidad, un hermano, un pastor, que nos
alentará y apoyará, y será la manera de la que se valdrá el Señor para decirnos
«No temas», “no estás solo: Yo y
muchos más estamos contigo, porque este mundo extremadamente competitivo y
materialista, donde reina la tristeza y la desesperanza, no puede seguir así y
necesita que le contemos de la misericordia de Dios y del compromiso de sus
hijos para mejorarlo”.
Que seamos capaces de abandonar todo lo que nos impide ser, cada vez más
y cada vez mejor, promotores y trabajadores por tu Reino del amor, Señor. Así
sea.
Intentando ser fieles al envío a anunciar
la Buena Noticia de la Paz, el Amor y la Alegría del Señor,
Miguel
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