22 de Febrero de 2016
La Cátedra de San Pedro
Lecturas:
I Pedro 5, 1-4
/ Salmo 22. 1-6 El Señor es mi pastor, nada me puede faltar
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 16, 13-19
Al llegar a la región de
Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre
el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?»
Ellos le respondieron: «Unos
dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los
profetas.»
«Y ustedes, les preguntó,
¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón
Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Y Jesús le dijo: «Feliz de ti,
Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la
sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá
contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en
la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra,
quedará desatado en el cielo.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
¿Por qué el Maestro decidió que el sencillo pescador que era Pedro llegase
a tener la responsabilidad de administrar «las
llaves del Reino de los Cielos»?
Porque, el Señor confía más en nuestras capacidades que nosotros mismos.
Sólo necesita de nuestra parte la fe.
Desde Abraham, que dio muestras de confiar en Dios de tal manera que
estuvo dispuesto a sacrificarle al hijo que tanto le había costado tener (Gn 22). hasta quien hoy sigue creyendo en su proyecto de
amor, pese a tantos obstáculos, a tanta maldad y tanto egoísmo que nos rodea.
Sólo basta que no se dude que Jesús es «el Mesías, el Hijo
de Dios vivo».
Sobre la piedra de esa fe se edifican vidas y un mejor mundo.
Que nunca dejemos de preguntarnos quién eres tú para nosotros, Señor. Y
que, luego, actuemos coherentemente con esa respuesta. Así sea.
Buscando transfigurar nuestro mundo de
manera que brillen la Paz, el Amor y la Alegría del Reino de Dios,
Miguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario