25 de Febrero de 2016
Jueves de la Segunda Semana de Cuaresma
Lecturas:
Jeremías 17, 5-10
/ Salmo 1, 1-4. 6 ¡Feliz el que pone en el Señor toda su
confianza!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 19-31
Jesús dijo a los fariseos:
«Había un hombre rico que se
vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su
puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse
con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus
llagas.
El pobre murió y fue llevado
por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos,
en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro junto a él. Entonces exclamó: "Padre Abraham, ten piedad de mí y
envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua,
porque estas llamas me atormentan."
"Hijo mío, respondió
Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio,
recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además,
entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren
pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí
hasta aquí."
El rico contestó: "Te
ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo
cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este
lugar de tormento."
Abraham respondió:
"Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen."
"No, padre Abraham,
insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán."
Abraham respondió: "Si no
escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los
muertos, tampoco se convencerán."»
Palabra del Señor.
MEDITACION
En su reciente paso por México, el Papa reivindicó la figura de Samuel
Ruiz, el cual en su tiempo (ejerció hasta 1999) fue rechazado por sus hermanos
obispos y hasta por el mismo Vaticano por la forma de ejercer su labor en el
tiempo en que estuvo a cargo de la diócesis de Chiapas.
¿El motivo?
Se tomó demasiado en serio aquello de que para ser los primeros y los
más grandes (ver evangelio de ayer) había que ser servidores de los demás.
Y fue creativo en esto (“pecado” grave para los burócratas de la
religión): tradujo la Palabra a distintos dialectos indígenas de la diócesis
que le tocó pastorear; además, les enseñó a hacer valer su dignidad y sus
derechos, pisoteados por los blancos e incluso por los mestizos y recorrió
mucho a pie su extenso y, como era de esperar, poco urbanizado territorio para
poder visitar al pueblo que habían puesto a su cuidado; entre otras muchas
acciones realmente evangelizadoras.
Todo ello ante el escándalo y la resistencia de los patrones,
acostumbrados a ser ellos los privilegiados de la Iglesia.
Es cuestión de leer la parábola que nos presenta hoy Jesús para
comprender que el “J’ tatik” (padre) Ruiz estaba en lo correcto al ponerse del
lado de los Lázaros y no de los ricos bien vestidos y bien alimentados.
Pasaron décadas para esta reivindicación humana que sólo se pone al día
con la que estamos seguros ya le hizo el Señor (cf
Mt 25,34ss.).
Que, ya que nos es muy difícil tener actitudes proféticas de servicio a
los más humildes contra las oposiciones de los poderosos, al menos apoyemos y
valoremos la labor de aquellos que sí son fieles a ti y tu enseñanza, Señor.
Así sea.
Buscando transfigurar nuestro mundo de
manera que brillen la Paz, el Amor y la Alegría del Reino de Dios,
Miguel
No hay comentarios:
Publicar un comentario