2 de Marzo de 2016
Miércoles de la Tercera Semana de Cuaresma
Lecturas:
Deuteronomio 4, 1. 5-9
/ Salmo 147, 12-13. 15-16.
19-20 ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 5, 17-19
Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para
abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley,
antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más
pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será
considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y
enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
En esas ocasiones en que Jesús se enfrentaba a las autoridades
religiosas de su época, al presentar una interpretación de la Palabra distinta
a la de ellos, podía quedar la impresión de que intentaba «abolir la Ley o
los Profetas», es decir, las Escrituras Sagradas.
Pero esa es una percepción parcial y muy errónea.
Lo que quería desterrar era, más bien, el mal uso de éstas, para
consolidar sus privilegios, aplastando a la gente sencilla.
Y eso él no podía permitirlo, porque, precisamente, iba en contra del
sentido de esa Palabra, que es a lo que venía a dar cumplimiento.
Que podamos leer y conocer lo suficiente nuestra Biblia, para ser
capaces de seguir tu Palabra, Señor, independiente de quienes se proponen como
tus “traductores oficiales”. Así sea.
Aprendiendo a llenarnos de Paz, Amor y
Alegría, que nos ayuden a ser misericordiosos como el Padre Dios,
Miguel
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