15 de Marzo de 2016
Martes de la Quinta Semana de Cuaresma
Lecturas:
Números 21, 4-9
/ Salmo 101, 2-3. 16-21 ¡Señor, escucha mi oración!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 8, 21-30
Jesús dijo a los fariseos:
«Yo me voy, y ustedes me
buscarán y morirán en su pecado. Adonde yo voy, ustedes no pueden ir.»
Los judíos se preguntaban:
«¿Pensará matarse para decir: "Adonde yo voy, ustedes no pueden ir"?»
Jesús continuó: «Ustedes son
de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este
mundo. Por eso les he dicho: "Ustedes morirán en sus pecados." Porque
si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados.»
Los judíos le preguntaron:
«¿Quién eres tú?»
Jesús les respondió: «Esto es
precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo
mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que
aprendí de él es lo que digo al mundo.»
Ellos no comprendieron que
Jesús se refería al Padre.
Después les dijo: «Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del
hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que
digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado
solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.»
Mientras hablaba así, muchos
creyeron en él.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Jesús tiene conciencia de enviado, por eso afirma: «lo que aprendí de
él es lo que digo al mundo», aclarando el evangelista que «Jesús se refería al Padre».
Y uno que conoce a tanta gente (y, a veces, somos parte de ellos) que
hablan mucho sólo de sí mismos/as, creyendo que eso es algo muy interesante,
cuando normalmente no lo es…
Por razones naturales, esta verborrea de algunos provoca que otros, en
reacción, callen sus tristezas y dolores, ya que parecen no importar tanto…
Tal vez una forma de poner en acción las enseñanzas del Maestro, sobre
vivir en el amor, sea escuchar más a quienes lo necesitan. Y lo necesitan,
porque a veces basta esa acción para aliviar sus pesares.
Que podamos poner más atención a las historias de los humildes y
pequeños más desamparados, para que hagamos y digamos lo que hemos aprendido de
ti, Señor. Así sea.
Descubriendo, con mucha Paz, Amor y Alegría,
que las actitudes misericordiosas ayudan a distinguir a los seguidores de
Jesús,
Miguel
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