miércoles, 13 de julio de 2016

Ser responsables, sin dejar de ser alegres



PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
17 de Julio de 2016
Domingo de la Décimo Sexta Semana Durante el Año

Lecturas:
Génesis 18, 1-10 / Salmo 14, 2-5 Señor, ¿quién entrará en tu Casa? / Colosenses 1, 24-28

+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas  10, 38-42
    Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.
    Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude».
    Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada».
Palabra del Señor.

MEDITACION
Nosotros, que nos inquietamos y nos agitamos por muchas cosas (Ev), corremos el riesgo de perdernos «el misterio que estuvo oculto desde toda la eternidad y que ahora Dios quiso manifestar» (2L): ese es Jesús, quien no pasa de largo, sin más por nuestra vida (1L), él la pude hacer fecunda y plena para quien «que procede rectamente y practica la justicia» (Sal), es decir, se deja guiar y vive según su palabra.
Podríamos tomar el texto: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas…» y cambiar el nombre de Marta por el de cada uno de nosotros…
Porque de verdad que vivimos permanentemente inquietos/as y agitados/as, haciendo muchas cosas a la vez, sin saber discernir cuáles son realmente imprescindibles.
Debido a eso, no somos tan eficientes con nuestro tiempo y, por lo mismo, probablemente, tampoco nos vemos felices.
Bastantes estudios delatan esto, relacionándolo con enfermedades mentales y fugas de la realidad a bordo del alcoholismo y la drogadicción, entre otras patologías que campean entre nosotros.
Jesús, el profeta del amor y la paz del Reino, quien ha dicho: «Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré» (Mt 11,28), porque nos quiere alegres, nos guía en la búsqueda de «la mejor parte».
Podemos entender que no está equivocada Marta por esmerarse en demostrar su cariño atendiéndolo; eso siempre será apreciable y merecerá agradecimiento. Su error es desaprovechar, en su inquieta agitación, la oportunidad de ponerse en contacto-comunión con el Señor (con el ser humano), como bien hizo María.
Es decir, “actitud Marta” sería hacer responsablemente lo que corresponde; por su lado, la “actitud María” correspondería a encontrar lo bello en lo que realizamos, para disfrutarlo y compartirlo.
Si somos padres, por ejemplo, nuestra “actitud Marta” nos llevará a esforzarnos por darles el mayor bienestar posible a nuestros hijos; pero hay que agregarle la “actitud María” de comprender que, más aún, necesitan que les demos tiempo para poder escucharlos y compartir momentos significativos con ellos.
En las ocupaciones cotidianas, laborales, estudiantiles, de voluntariado o a lo que dediquemos nuestro tiempo, “actitud Marta” es ser lo más profesionales y serios en la forma cómo las desarrollamos y las consecuencias que éstas tengan; “actitud María” será, además, amar lo que hacemos, e intentar con ello tocar el corazón de las personas a las que servimos, para ser un aporte a su alegría.

En los espacios comunitarios (juntas de vecinos, clubes, iglesias, sindicatos, centros de padres, etc.), “actitud Marta” es realizar muchas y periódicas actividades de difusión, de financiamiento y las propias de sus fines; “actitud María” es no perder el motivo que nos congrega, para no llegar a caer en el activismo vacío, y, en cambio, aprovechar nuestros encuentros para potenciar las relaciones interpersonales y, de esa manera, aportar a mejorar la sociedad en que vivimos.
Y, si somos creyentes, “actitud Marta” es cumplir las normas y seguir el ritmo de actividades de la religión que profesamos; “actitud María” es agregarle a aquello un espíritu de búsqueda de la mayor fidelidad posible a la esencia del mensaje que le da sentido a nuestra fe.

Que Marta y María inspiren nuestro caminar cotidiano, Señor, para ser activos eficazmente, pudiendo, a la vez, agregar alegría a las experiencias que vamos teniendo. Así sea.

Buscando, con el corazón lleno de Paz, Amor y Alegría, vivir sabiamente su Palabra, para hacerla y meditarla adecuadamente,
Miguel

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un rey de verdad

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 24 de Noviembre de 2024                           ...