PREPAREMOS
EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
2 de Octubre de 2016
Domingo de la Vigésimo Séptima Semana Durante el Año
Lecturas:
Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4 / Salmo 94, 1-2. 6-9 ¡Ojalá hoy escuchen la voz del Señor! / II Timoteo 1, 6-8. 13-14
+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 17, 3-10
Dijo el Señor a
sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti diciendo:
"Me arrepiento", perdónalo».
Los apóstoles le
dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». Él respondió: «Si ustedes tuvieran fe del
tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí:
"Arráncate de raíz y plántate en el mar", ella les obedecería.
Supongamos que uno
de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando este regresa
del campo, ¿acaso le dirá: "Ven pronto y siéntate a la mesa"? ¿No le
dirá más bien: "Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta
que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después"? ¿Deberá
mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó?
Así también
ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: "Somos
simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber"».
Palabra del Señor.
MEDITACIÓN
El o la que quiera ser seguidor/a de Jesús,
quien está entre nosotros como el que sirve (Lc
22,27), en este mundo
en que nos toca vivir, donde no se ve «más que saqueo y violencia, hay
contiendas y aumenta la discordia» (1L), debe aportar la diferencia, que
está en el espíritu de reconciliación y servicio (Ev), la paz y la fraternidad, aunque cueste, «porque el Espíritu que
Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de
sobriedad» (2L). «Ojalá hoy escuchen la voz del Señor»
(Sal). Amén.
La Fe no es
para andar tirando moreras al mar, por cierto. Pero, ¿será posible medir su
cantidad?
Tal vez si
existiese una encuesta acerca de eso, al menos los cristianos, en su inmensa
mayoría, sumarían al recuento personal su participación en los ritos de su
credo y el conocimiento de las reglas y normas que cada uno de estos enseña
como necesarios para considerársele un miembro activo.
Y no sería
raro que los mismos parámetros utilicen personas más bien alejadas de las
distintas iglesias. De hecho se suele oír de ellos que se le diga a alguien que
parece cumplir aquellos requisitos: “tú, que tienes bastante fe…”
Sin
embargo, es muy significativo en el texto de este día que los
discípulos relacionen la cantidad de su fe, no a propósito de una compleja
discusión sobre un tema teológico difícil de comprender, sino inmediatamente
después de una enseñanza de Jesús sobre el trato con los demás.
Es que los
parámetros del Maestro siempre tienen relación con el prójimo:
¿Cuál es el
mandamiento más importante para Jesús?
«"El
primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú
amarás al Señor, tu Dios […] El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos"» (Mc 12,29-31).
¿Cómo
identifica al prójimo Jesús (o cómo identificar a quien hay que amar para
cumplir el mandamiento)?
«¿Cuál de
los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los
ladrones?". "El que tuvo compasión de él", le respondió el
doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera"» (Lc 10,36-37).
Además,
como sabemos, la práctica religiosa más importante de su credo era respetar el
Shabat, el Día Sagrado del Señor, sin embargo, Jesús indica que «El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado» (Mc 2,28), lo que implica que el hombre
(nuestro prójimo) es más sagrado para Dios que un día de prácticas religiosas.
Por último,
como para la creencia masiva el “objetivo” de la fe es salvarse en el momento
del Juicio Final, para quienes estén preocupados de eso, Jesús, consecuente con
todo lo anterior, no sugiere cumplir mandamientos o ritos, sino ocuparse de los
necesitados, ya que, dice él, los que así lo hayan hecho serán quienes
escucharán en aquel momento definitivo: «Vengan, benditos
de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el
comienzo del mundo» (Mt 25,34).
Pareciera,
entonces, que ser cristiano no es tan complejo, ya que no es necesario conocer
demasiada teología, sin embargo, se hace difícil, debido a que nuestra comodidad
le da muchos permisos al egoísmo para impedirnos amar y servir a nuestro
prójimo a la manera de Jesús.
Por eso,
como su invitación es a hacer más humano nuestro mundo, tratándonos más
fraternalmente unos a otros, la propuesta de este día es que nos amemos de esa
manera tan auténtica, porque afecta tanto a nuestro ego, la cual es perdonar.
Así que a
tu hermano (tu prójimo) «si
se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras
tantas vuelve a ti diciendo: "Me arrepiento", perdónalo».
Sí, Señor, para poder intentarlo cada vez más y cada vez
mejor, «Auméntanos la fe», por favor.
Que podamos hacernos servidores de la vida,
cumpliendo el deber que nos hemos autoimpuesto al usar tu nombre, Señor:
mostrar que la fe en ti implica amar siempre más y siempre mejor. Así sea.
Queriendo aportar la Paz, el Amor
y la Alegría que le da al mundo vivir perdonados y reconciliados,
Miguel
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