miércoles, 5 de julio de 2017

Buscando aliviar las cargas pesadas de la vida



PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR
9 de Julio de 2017
Domingo de la Décimo Cuarta Semana Durante el Año

Lecturas:
Zacarías 9, 9-10 / Salmo 144, 1-2. 8-11. 13-14 Bendeciré tu nombre eternamente / Romanos 8, 9. 11-13

+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo  11, 25-30
    Jesús dijo:
    «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.
    Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, así como nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
    Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana».
Palabra del Señor.

MEDITACION
Que puedan venir a nosotros…
Las brújulas son instrumentos que, debido a que apuntan una dirección permanente (el norte magnético), pese a los movimientos que uno realice, sirven para orientarse aún en lugares muy complejos.
Pues, bien, como sabemos –o debiésemos saber- nuestro país se encuentra, tristemente, entre los primeros lugares mundiales en enfermedades mentales, alcoholismo y drogadicción.
Lo notable es que todos estos rangos de medición son característicos de países “exitosos” económicamente. Así es considerado nuestro país. ¿Es nuestra condena?
Nosotros, llamados a ser gente de esperanza, no podemos echarnos a morir ante las complejidades de nuestra existencia común, por lo que, conociendo la situación de tanta gente que nos rodea, y que se encuentran muy «afligidos y agobiados», no debiésemos desorientarnos. Nuestra brújula, nuestro norte, es el estilo y el ejemplo de nuestro Maestro.
Entonces, si asumimos que ser cristianos es ser “otros cristos”, cada quien, cada comunidad y todos juntos, correspondería que fuésemos, cada vez más y cada vez mejor, igual que Él, muy acogedores, de tal manera de buscar cómo ayudar a aliviar las cargas de aquellos hermanos que lo necesitan en nuestro mundo y nuestro tiempo.
Esas cosas no las entienden los sabios y los prudentes, porque son los mismos que han construido y sustentan este sistema de relaciones (in)humanas.
Son los «pequeños», aquellos para los que todo es más difícil, porque no saben de privilegios, quienes entienden que la vida no es para ser exitosos, sino para ser felices, por lo que sufren menos de estas enfermedades de nuestro siglo.
A ellos ha escogido el Señor. A ellos nos debemos. A ellos sería bueno que nos pareciésemos.
Eso, si es que nos decimos seguidores de quien, pese a ser el Señor de la historia, es «paciente y humilde de corazón», ya que no ha venido «para ser servido, sino para servir» (Mt 20,28)

Que podamos estar disponibles para aliviar las muchas cargas que pesan sobre nuestros hermanos, que podamos aliviarnos unos a otros y que seamos, de esa manera, felices sirviendo en tu nombre, Señor. Así sea.

Buscando, con mucha Paz, Amor y Alegría, acoger en las necesidades y dolores a quienes nos rodean,
Miguel

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escoger a Dios y sus caminos

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 21 de Septiembre de 2025                          ...