miércoles, 21 de agosto de 2013

Dios da mucho más allá de lo “justo”: lo que es bueno

21 de agosto de 2013
Miércoles de la Vigésima Semana Durante el Año

Lecturas:
Jueces 9, 6-15 / Salmo 20, 2-7 ¡El rey se regocija por tu fuerza, Señor!

EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   19, 30—20, 16
    Jesús dijo a sus discípulos:
    Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros. Porque el Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña.
    Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: "Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo." Y ellos fueron.
    Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y, encontrando todavía a otros, les dijo: "¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?." Ellos les respondieron: "Nadie nos ha contratado." Entonces les dijo: "Vayan también ustedes a mi viña."
    Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: "Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros."
    Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario. Llegaron después los primeros, creyendo que iban a recibir algo más, pero recibieron igualmente un denario. Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: "Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada."
    El propietario respondió a uno de ellos: "Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario? Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti. ¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? ¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?"
    Así, los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos.»
Palabra del Señor.

MEDITACION
Para complementar la enseñanza de ayer, Jesús cuenta una parábola, pero, como suele suceder en sus enseñanzas, nos suena paradójica.
Si dependiera de nosotros, le hubiésemos pagado a cada trabajador sólo con justicia: es decir, a
cada quien según lo realizado. Pero, como es una comparación acerca del amor (o el Reino) de Dios, el Maestro nos quiere indicar que su “pago” va mucho más allá de lo “justo”, para llegar a otorgar lo bueno. Además, resalta la diferencia entre el egoísmo del joven rico de ayer y la inmensa generosidad suya.
«Dios no hace acepción de personas» (Hch 10,34; Rom 2,11): no ve “primeros” ni “últimos”; para él somos todos iguales y nos ama con el mismo amor.
El desafío es que respondamos a ese amor sin discriminar e intentando amar de la misma manera a los demás.

Para cada ser humano, Señor «Tú has colmado los deseos de su corazón […] le concedes incesantes bendiciones, lo colmas de alegría en tu presencia» (Sal). Gracias, Señor.

Buscando que el fuego del Reino de la Paz, el Amor y la Alegría arda en nuestro tiempo y nuestra vida,
Miguel.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un fuego que consume el mal para poder construir el bien

PREPAREMOS EL PRÓXIMO DÍA DEL SEÑOR Meditación sobre el Evangelio del próximo Domingo 17 de Agosto de 2025                              ...