23 de septiembre de 2013
Lunes de la Vigésimo Quinta Semana Durante el
Año
Lecturas:
Esdras 1, 1-6
/ Salmo 125, 1-6 ¡Grandes cosas hizo el Señor por nosotros!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
8, 16-18
«No se enciende una lámpara para cubrirla con
un recipiente o para ponerla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un
candelero, para que los que entren vean la luz. Porque no hay nada oculto que
no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.
Presten atención y oigan bien, porque al que
tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que cree
tener.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Meditábamos
respecto al evangelio de ayer que es incomprensible una fe en «El Señor, el Dios del cielo» (1L), que es un Padre justo,
con el silencio sobre las injusticias que afectan a nuestros hermanos.
Sin
embargo, muchos viven así: en dos carriles que no se cruzan. Por un lado la
vida, por el otro la religión. Pero «no hay nada oculto que no se descubra
algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado»:
no se puede ser cristiano, Hijo de la Luz, y que no se note. O no se no es cristiano.
Que
la pobre luz de nuestra lámpara se sume a la potente luminosidad de tu amor,
Señor, para que nuestra solidaridad, nuestra cercanía y nuestro consuelo, hagan
que todos puedan sentir que «Grandes
cosas hizo el Señor por nosotros y
estamos rebosantes de alegría» (Sal). Así sea.
Como Hijos de la
Luz, servir sólo al Dios de la Paz, el Amor y la Alegría,
Miguel.
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