30 de septiembre de 2013
Lunes de la Vigésimo Sexta Semana Durante el
Año
Lecturas:
Zacarías 8, 1-8
/ Salmo 101, 16-23. 29 ¡Reúnanse los pueblos y sirvan al Señor!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
9, 46-50
A
los discípulos de Jesús se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo,
les dijo: «El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me
recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese
es el más grande.»
Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que
expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los
nuestros.»
Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, porque el que no está contra
ustedes, está con ustedes.»
Palabra del Señor.
MEDITACION
Imagino
que cada cierto tiempo, como es normal en la naturaleza humana, surgían entre
los primeros discípulos disputas acerca de quién tenía más méritos para estar a
la cabeza de la organización.
Y
presumo que textos como el de hoy: «el más pequeño de ustedes, ese es el
más grande», ayudaban a despejar situaciones odiosas e
iluminar el camino comunitario.
Quiero
seguir imaginando que en un futuro cercano volvamos a los orígenes y no exista
“derecho propio” o nominación externa de los coordinadores de cada comunidad,
ateniéndonos al preciso criterio señalado por el Señor.
Pero,
para eso, nosotros/as mismos/as debemos recordárselos a quienes corresponda,
cada vez que sea preciso y estar dispuestos a compartir la responsabilidad y a apoyar
fiel y eficazmente a aquel/la que se
ponga al servicio de los demás de esta manera.
Que
no nos venza el orgullo, Señor; y que queramos tener la alegría y la
disponibilidad de los niños al momento de tener la posibilidad de servir. Así
sea.
Aprendiendo del
Dios de la Paz, el Amor y la Alegría a ver y servir al que sufre,
Miguel.
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