4 de octubre de 2013
Viernes de la Vigésimo Sexta Semana Durante
el Año
Lecturas:
Baruc 1,
15-22 / Salmo 78, 1-2. 3-5. 8-9 ¡Líbranos,
Señor, por el honor de tu Nombre!
EVANGELIO
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
10, 13-16
Jesús dijo:
¡Ay
de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran
hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían
convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón,
en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y
tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás
precipitada hasta el infierno.
El
que los escucha a ustedes, me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes, me
rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza a aquel que me envió.
Palabra del Señor.
MEDITACION
Jesús,
quien solía compadecerse del sufrimiento de los demás (cf
Mt 9,36),
debía sentir hondamente que aquellos pueblos rechazaran «a aquel que me envió»…
Es
que él se había esmerado por las personas de esos lugares, realizando variados
signos portentosos que le daban más credibilidad aún a su mensaje, el que
resaltaba la misericordia de Dios con todos, partiendo por los más humildes.
Y
es muy triste cuando uno entrega amor y este es ignorado o, peor aún,
despreciado. Más aún sabiendo él que ellos, como todos los seres humanos,
necesitaban ser sanados de la enfermedad del pecado ya que su misión era ser el
médico necesario (cf Mt 9,12).
Pero
esta Palabra queda estéril si tú, yo y cada uno/a de los que la leen no se
sienten remecidos y se cuidan de no caer en lo mismo. «Porque hemos pecado contra el Señor, le hemos sido infieles y no hemos
escuchado la voz del Señor, nuestro Dios» (1L), entonces, si le
pedimos: «No recuerdes para nuestro mal
las culpas de otros tiempos; compadécete pronto de nosotros» (Sal), nuestra fe tendrá
respuesta.
Ahora
pregúntate: ¿Qué milagros ha realizado el Señor en tu vida? ¿Qué pasos de
conversión has dado después de estos? ¿Has escuchado a quienes el Señor y su
Padre te han enviado con sus enseñanzas de bien para ti y los que te rodean?
Líbranos,
Señor, de rechazar tu mensaje y a tus mensajeros; de rechazar tu amor y amar
nosotros a la vez; de rechazar la invitación a la conversión y a ayudar a otros
a convertirse. Refuérzanos en lo que somos más débiles. Así sea.
Aprendiendo del
Dios de la Paz, el Amor y la Alegría a ver y servir al que sufre,
Miguel.
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